sábado, 13 de julio de 2019

Amor andaluz


Pertenezco
a esa mirada
que no volverá.
Me hago suyo
al recordarla.
Aún hay
en mí
olivos verdes,
dulce
olor a Guadalquivir,
un
verano inacabable
que me sigue.
Este cansancio
mío
que es su ausencia,
este espacio
que se deshace
como
un atisbo de tristeza
en los ojos del olvido.
Toda ella
desemboca
en este instante
en que
mis ayeres
la llaman,
la miran
con las cuencas vacías
de ese ciego
que soy
y que la ama.

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