miércoles, 25 de abril de 2018

Si crees oír mi nombre

Si crees oír mi nombre 
y tu corazón
se voltea a buscarme en la multitud
con el loco deseo ilusionado
de que yo esté allí sonriéndote;
si sientes un dolor
que te quita la respiración
cuando caes en cuenta
de que has pasado otro día sin mí;
si de repente anhelas
oírme reír
por el placer de estar juntos;
si por un instante
añoras sentir que revoloteo
por tu vida y tu cuello;
si sientes,
al regresar del verano
y a la rutina
de mujer perfecta y feliz,
una tristeza inexplicable,
es porque en ese momento
he cruzado
la ausencia
que nos separa
para susurrarte al oído
que yo tampoco
he dejado de quererte.