Desde la
primera mirada
entre tú y yo
todo fue espontáneo,
inesperado,
como si un
milagro nos hubiera encontrado.
Lo nuestro
fue un romper
barreras y
ataduras,
dejar atrás
el camino
marcado
y lanzarnos a
la aventura
de empaparnos
de amor,
de enamorarnos,
de amar,
de ser el otro
antes que uno.
Lo nuestro fue verdad,
un dejarse ir,
de ser el otro por un momento.
No hubo
lugares comunes,
ni frases
hechas,
ni gestos
obvios,
lo nuestro fue
imprevisto,
azar del
bueno,
ir beso a beso
descubriéndonos,
dejando atrás
lo que no éramos
para ser.
Y por ese amor nuestro
la vida nos
perdonó todo.