No
estaba preparado
para
amarte
y
sin embargo te amé.
Te
amé
como
si fuera la primera vez,
como
si fuera el último día,
como
un sediento bebe el agua
que
lo devuelve a la vida.
No
estaba preparado
para
dejarte de amar
y
sin embargo
me
dejaste por otro sueño.
Aún
hoy
no
estoy preparado
para
olvidarte,
y esa parte de mí,
ese yo que soñaste,
sigue amándote.