Sigues conmigo,
en
la casa de mis sueños;
allí
duermes, vives y me esperas.
Me
haces tuyo.
Te
llevo en mí
como
la lluvia que cae enamorada
sobre
mi geografía.
El
día repite tu nombre.
El
cielo suspira
mientras
tú te deslizas por mi vida.
Me
envuelves,
me
conviertes en río y luego en mar
donde
nadamos siempre.
Soy
un ser
habitado por ti,
por
todo lo que aún me hable de ti.