Corrí bajo la lluvia
y me empapé del
momento,
del olor del pasto que
tirita agua,
de la calle que nada a
mis pies,
de los olvidos que
escurren por las paredes,
dejé que la multitud
me rodeara, que siguiera
de largo
como cuando llega la
tentación
de no despertarme más
y la dejo pasar sin
siquiera mirarla.
Amanecí solo
y sin embargo me
lancé
de nuevo a la vida,
porque volvía a ti.
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